
Magnolia officinalis. Foto: Wendy Cutler.jpg
Mª Concepción Navarro Moll
Doctora en Farmacia. Catedrática de Farmacología y Farmacognosia de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. Miembro de la Junta Directiva de la SEFIT
Ponencia presentada en el XI Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo (13-15 de abril, 2018).
Resumen publicado en: Bachiller LI, Cayunao CI, Vanaclocha B (Eds.). Actas del XI Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo. Oviedo: Sociedad Asturiana de Fitoterapia, 2018. ISBN: 978-84-09-01429-3.
La corteza de Magnolia officinalis es empleada desde antiguo en la medicina tradicional china en el tratamiento de múltiples afecciones tales como asma, tos, afecciones intestinales de distinta índole, ansiedad, dismenorrea, etc. Si bien hasta finales del siglo XX los ensayos fitoquímicos y farmacológicos sobre esta especie medicinal eran escasos, las numerosas investigaciones realizadas en los últimos años han permitido establecer su composición química, en la que destacan distintos lignanos (honokiol, magnolol y obovatol), acompañados de pequeñas cantidades de derivados alcaloídicos junto con los principales componentes de su aceite esencial (pinenos, acetato de linalilo y de bornilo, β-eudesmol…). En cuanto a su actividad farmacológica, se dispone de una amplia batería de ensayos preclínicos que apuntan al posible interés de esta especie medicinal en áreas tan variadas como distintas afecciones del sistema nervioso central (SNC), cáncer, inflamación, asma, etc. En esta ponencia centramos la atención en las posibilidades terapéuticas de esta planta medicinal sobre el SNC (ansiedad, alteraciones del sueño, estados depresivos y neuroprotección). En lo que se refiere a ansiedad y alteraciones del sueño, si bien no se dispone de ensayos clínicos en solitario, los realizados en combinación con otras plantas medicinales (Phellodendron amurense, Vitex agnus-castus y Glycine max) apuntan a un efecto positivo no solo en estados de ansiedad y alteraciones del sueño, sino también en otras situaciones caracterizadas por la presencia de estrés, nerviosismo, astenia y disminución de la libido. Entre los principales mecanismos implicados en estos efectos destaca la actuación de honokiol, obovatol y magnolol en la transmisión gabaérgica, debido a su acción moduladora sobre los receptores GABAA, así como sobre el sitio benzodiazepínico del complejo de dichos receptores. Al menos en los ensayos preclínicos, se pudo constatar que el honokiol ejercía un efecto sobre los estados de ansiedad comparable al del Diazepam, sin mostrar algunos de los efectos secundarios propios de este ansiolítico de síntesis.
Por otra parte, en un modelo experimental se ha demostrado que la administración de magnolol da lugar a una regulación al alza del sistema serotoninérgico, hecho que puede apuntar en el futuro a su posible empleo en el tratamiento de estados depresivos leves o moderados caracterizados, como es conocido, por una disminución de los niveles de serotonina.
En ausencia de ensayos clínicos que puedan ratificar en humanos el efecto neuroprotector bien de los extractos procedentes de la corteza de magnolio, bien de los lignanos aislados de la misma, los datos obtenidos en distintos ensayos preclínicos con obovatol, honokiol y magnolol muestran la capacidad de estos lignanos de ejercer por distintas vías un efecto protector sobre las neuronas (disminución de los niveles de glutamato, aumento de la liberación de neurotrofina, actividad antioxidante…).
En cuanto a su seguridad, está desaconsejado su empleo en niños, así como en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En el resto de la población no se han descrito por el momento reacciones adversas tras la administración de los preparados existentes en el mercado. A dosis altas puede producir vértigo.