XIV Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo, 17-19 de mayo de 2024

Cúrcuma (Curcuma longa): rizoma fresco y en polvo. Foto: Simon A. Eugster (licencia CC)
Mª Concepción Navarro Moll
Universidad de Granada
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una afección crónica cuya causa no es bien conocida; cursa con inflamación del colon y/o intestino delgado y engloba dos entidades, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. La incidencia en España es del 0,7% de la población, afectando preferentemente a personas jóvenes con edades comprendidas entre 20 y 30 años, aunque también se diagnostica en individuos de edad más avanzada. Se presenta en forma de brotes, cuya gravedad y duración son impredecibles y, aunque en su tratamiento se emplean fármacos pertenecientes a distintas categorías (5-aminosalicilatos, anticuerpos monoclonales, inmunomoduladores y corticoides), ninguno de ellos está indicado en todos los pacientes, además de presentar inconvenientes relacionados fundamentalmente con las reacciones adversas a que pueden dar lugar. Por ello, en ausencia de una terapia definitiva en el tratamiento de la EII, se plantea la siguiente cuestión: ¿Podrían algunos productos naturales contribuir al tratamiento/mejora de la calidad de vida de los pacientes afectados por la EII?
En este sentido, existen tanto probióticos como plantas medicinales, que presentan un indudable interés en el tratamiento de las dos entidades englobadas en la EII.
En lo que se refiere a los probióticos, se dispone de ensayos clínicos bien diseñados en los que se ha podido demostrar que la administración en dosis adecuadas de microorganismos componentes habituales de la microbiota intestinal (Akkermansia mucinophila, diversas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, Enterococcus, etc.) son capaces de obtener remisiones de la EII o mejorar de forma clínicamente significativa la calidad de vida de los pacientes diagnosticados de EII y ello a través de distintos mecanismos de acción, con muy escasas reacciones adversas y ello sin dejar de lado los buenos resultados obtenidos con distintos prebióticos y postbióticos.
En cuanto a las plantas medicinales de interés en la EII, en los ensayos clínicos realizados, destacan sobremanera aquellas en cuya composición predominan los polifenoles, tales como la quercetina, catequinas y curcumina, cuyo efecto positivo en la EII transcurre a través de distintas vías, con una interacción positiva con la microbiota intestinal y práctica ausencia de efectos secundarios, por lo que se puede afirmar que preparados normalizados elaborados a partir de plantas medicinales (Curcuma longa, Silybum marianum, etc.), pueden ser considerados como agentes terapéuticos de interés en el tratamiento de la EII.