Estanislao Beltrán. Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario San Cecilio, Universidad de Granada. Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM)
Ponencia en el 12º Congreso de Fitoterapia de SEFIT. Murcia, 9-12 de noviembre de 2023

La salvia es un arbusto perenne de la familia de las Labiadas, e incluye más de 900 especies que crecen por todo el mundo. La especie oficinal, la Salvia officinalis, es nativa de Oriente Medio y zonas mediterráneas.
Las hojas son la parte de la planta que se emplea como droga. Las salvias presentan una composición química compleja, con abundantes metabolitos terpénicos (mono, di, tri, sesquiterpenos), alcaloides, flavonoides, ácidos fenoles, carbohidratos, etc. La composición concreta de los extractos obtenidos depende de diversos factores: quimiotipo de la planta, localización geográfica, condiciones de cultivo, época de la recolección, parte de la planta utilizada y técnica de extracción (infusión, hidrodestilación, extracción en corriente de vapor, extracción asistida con ultrasonidos o microondas, maceración, CO2 supercrítico, etc.).
Más de 120 componentes han sido identificados en el aceite esencial preparado a partir de las partes aéreas de S. officinalis. Los principales incluyen: borneol, alcanfor, cariofileno, cineol, humuleno, pineno y tuyona. Los extractos acuosos y alcohólicos de S. officinalis son ricos en flavonoides, particularmente ácido rosmarínico y luteolina-7-glucósido, así como ácidos fenoles como el ácido cafeico. Y mediante infusión se obtienen flavonoides como los ácidos clorogénico y elágico, epigalocatequinas, quercetina, ácido rosmarínico, rutina, luteolina-7-glucósido, y componentes volátiles como el borneol, cineol, alcanfor y tuyona.
Tradicionalmente, la salvia ha sido utilizada como antisudorífico, para las molestias de garganta, para mejorar el apetito y la digestión, afecciones cutáneas, reumatismo, diarrea, etc. etc. En los últimos años se han realizado una amplia serie de estudios para documentar estos usos tradicionales y para encontrar nuevas aplicaciones de esta planta. Así se han descrito efectos antineoplásicos, antiinflamatorios, analgésicos/ anti-nociceptivos, antioxidantes, antimicrobianos, antimutagénicos, hipoglucemiantes y antilipidémicos, entre otros.
Aunque la salvia se ha venido recomendando para el tratamiento de los síntomas vasomotores de la menopausia, no ha sido sino hasta fechas muy recientes que se ha comenzado a realizar estudios para certificar su utilidad. Los primeros ensayos clínicos de calidad han podido confirmar que su uso alivia efectivamente el número e intensidad de las sofocaciones en función de diversos mecanismos posibles cuya importancia relativa está por determinar: presencia de moléculas con actividad estrogénica (luteolin-7-O-glucósido), o acción del extracto sobre los receptores muscarínicos M3, los receptores adrenérgicos alfa-2A, los receptores mu-opioides, y, de un modo muy marcado, una inhibición de los receptores 5-HT 1A de la serotonina y de los transportadores de la misma, aumentando de este modo la disponibilidad de serotonina para los receptores postsinápticos 2B y 2C.